“El proyecto para la reforma de la Depuradora de Maqua está descansando en algún cajón ministerial. Suponemos que reposa en compañía del resto de los grandes proyectos de Avilés”. Lo dice la portavoz del PP de Avilés, Esther Llamazares, que ve con tristeza cómo “Avilés desapareció hace años de las previsiones de inversión de los gobiernos socialistas, tanto en el documento del Presupuesto General del Estado, como en el Presupuesto General del Principado de Asturias”, advierte. En esas previsiones económicas de los distintos ejecutivos socialistas “cada año se repiten las mismas partidas, pero lamentablemente nunca se terminan de ejecutar”, subraya.
En el caso de la depuradora, recuerda Llamazares, “la situación era ya complicada en el año 2018, cuando se anunció que la obra finalizaría en 2021. Estamos ya en 2022 y, como cabía esperar, sin ninguna previsión del inicio de la reforma” que, entre otras cosas, dote a la infraestructura de los estándares exigidos medioambientalmente porque, tal como detalla la edil popular, “cabe destacar que, además de todos los problemas de estructura, la depuradora de Maqua lleva años incumpliendo la normativa vigente en el tratamiento del agua, cuestión que en este caso no parece alterar ni al Ministerio de Transición Ecológica, ni mucho menos al Presidente Barbón, quien en su gira ministerial tampoco hizo alusión a este importante problema”, ha lamentado la concejala.
Cabe recordar que la depuradora concluyó su construcción en el año 2004. Las deficiencias no tardaron en hacerse notar y pronto se habló de la necesidad de afrontar una obra de ampliación. Para eso se anunció una reforma presupuestaria de 32 millones de euros, se anunció a bombo y platillo la inclusión en los presupuestos nacionales, se alabó la labor socialista, se advirtió del fin de los problemas… Pero a Maqua no llegó ni un euro.
El vicepresidente de Asturias, Juan Cofiño, anunció en 2021 que la depuradora se licitaría en 2022.
