Las deficiencias de los barrios de Avilés
Durante toda la legislatura los miembros del grupo municipal del PP junto a compañeros de la Junta Local del Partido, hemos acudido con frecuencia a los barrios de Avilés para comprobar de primera mano cuáles son sus problemas y, sobre todo, cuáles son sus necesidades. Y durante todo este tiempo nos hemos dado cuenta de que no sólo la solución no está encima de la mesa, sino que no se tiene en cuenta a toda la red social que da vida a esta parte tan importante del municipio avilesino.
En La Carriona los vecinos nos trasladaron su sensación de abandono desde hace ya más de una década. Las propuestas planteadas por su parte en los Consejos de Participación Ciudadana se han ido quedando relegadas y diluidas entre las que realizan las otras asociaciones de su zona (sobre todo las del Carbayedo y la disuelta de La Magdalena que ahora sería la de La Grandiella).
Tanto es así que, en el momento de estas visitas, nos trasladaron que las últimas actuaciones del barrio se remontan a la época de la socialista Pilar Varela. La actual alcaldesa, Mariví Monteserín, no se ha asomado allí para nada. Tampoco lo han hecho sus concejales. La dejadez de los políticos se transforma en el desasosiego de los vecinos.
Necesitan ayudas para rehabilitar, sobre todo la zona de La Pedrisca, no sólo en edificios sino también en la red de saneamiento, los viales y las aceras; claman por atención para la carretera que une Avilés y Grado, con escasas aceras, tráfico denso. Quieren que se les tenga en cuenta dentro del Plan de Movilidad Sostenible de Avilés y que se incluyan en él líneas de bus dignas. Urgen un control de las palomas habida cuenta de los problemas que están generando en el barrio. Reclaman su parcela dentro de la educación cultural. Quieren recuperar las casas de los maestros (algo ya propuesto hace 10 años y que al final se llevaron para La Luz). Piden asfaltar un tramo de vía en la calle el Caleyón y reponer la luz en la pista deportiva cubierta, así como el cableado robado hace más de 2 años que incluso les ha ocasionado tener que contratar equipos auto generadores para las fiestas celebradas en el año 2019. Necesitan que se les cierre el lateral de la cancha deportiva cubierta y han puesto el acento en la renovación del parque infantil. Hay goteras en su centro de salud, pese a ser nuevo, y desperfectos en el edificio que nunca han sido subsanados…
En La Luz pudimos comprobar que el barrio presenta numerosas deficiencias en accesibilidad y mantenimientos de mobiliario urbano. Las actuaciones que se han hecho son una mera acción de maquillaje que, en muchas ocasiones, se limitan a la calle principal. A nuestro juicio, la actuación para esta zona de Avilés debería ser casi integral en cuanto a eliminación de barreras arquitectónicas. Adherirse a un ARRU haciendo uso de ayudas europeas podría ser una solución para adecentar la apariencia.
En la zona del centro de salud el aparcamiento está mal señalizado en cuanto a los accesos, pero además la limpieza es deficiente y las zonas de jardines se mantienen sin segar dando muestra de un abandono importante.
El parque gerontológico presenta serias deficiencias tanto en los aparatos de gimnasia como en las zonas de uso común. No hay una línea única de mobiliario ni en farolas ni en papeleras ni en bancos. Las zonas de paso han ido desapareciendo y las que se mantienen es únicamente porque los propios vecinos las hacen. Acceder al espacio de juegos infantiles supone también ciertos riesgos, lo mismo que las propias atracciones. Las fuentes no funcionan con lo que se han convertido en basureros. El estado del pavimento de todo el parque tiene fisuras, verdín y vegetación. La señalización del itinerario ciclista está destrozada hasta el punto de mantener los cristales rotos y se ha transformado, al final, un tablón de anuncios
Las aceras de La Luz están deterioradas, sin pavimento, sin árboles donde debería haberlos y sin señalizar los riesgos evidentes que uno se encuentra al caminar.
El Ayuntamiento construyó un nuevo aparcamiento para utilizarlo como disuasorio que presenta problemas en los taludes. Hay desprendimientos de tierra que pueden afectar a una futura estabilidad del propio aparcamiento. Desde este punto se estaba habilitando un paso hacia el campo del fútbol, pero no tiene ninguna salida o entrada peatonal por ningún otro lado, únicamente el acceso es rodado lo cual resta significado a la construcción de un aparcamiento disuasorio. La limpieza es defectuosa y el cierre inexistente.
La biblioteca merece aquí una mención aparte. Subiendo hacia ella se observa que el mobiliario está en mal estado. Y el propio edificio debería ser objeto de una demolición para crear un centro social en la zona de La Luz/Villalegre. Este inmueble está recibiendo inyecciones económicas que no tienen rentabilidad eficiente.
Los barrios de Avilés han ido recibiendo migajas para dar una impresión de actividad que no es efectiva ni responde a las necesidades vecinales. El Gobierno socialista va trampeando sus inversiones, gastando el dinero público en parches que, a la larga, serán un pozo donde se ha tirado el dinero sin solucionar los problemas reales.
En el barrio de Villalegre la situación está aún peor. Recorrer este espacio de Avilés teniendo movilidad reducida es, a todas luces, un peligro. El acceso a la estación de RENFE es inviable porque no existe un rebaje en la acera. Sucede lo mismo en el acceso al centro sociocultural o incluso en algunos pasos de peatones que, además de estar mal señalizados, tienen obstáculos. Al parque es imposible el acceso para personas minusválidas ni tampoco a la plaza de las Huerta.
El mantenimiento y la limpieza del aparcamiento de la RENFE no existe. La calle de Rafael Suarez (la del Yumay) lleva años en mal estado, las aceras son estrechas, las baldosas están rotas y el estado, en general, deja mucho que desear.
Lo mismo pasa en la subida por la calle del Carmen que está llena de baches y hundimientos, con un evidente peligro para el tráfico rodado. Idéntica situación es la que presenta el paso del edificio del Foco.
Y mención especial merece la zona del parque de Villalegre donde la limpieza no existe y el mantenimiento de las instalaciones es lamentable. La zona dedicada a los perros se ha convertido en un lugar insalubre y la zona infantil está deteriorada. En Villalegre los contenedores no guardan uniformidad estética y están colocados en zonas donde se dificulta la visibilidad de los coches
La parada de autobús comparte zona con un carga y descarga, y la plaza de minusválidos de este punto tiene una salida para los conductores realmente insegura.
El puesto de bicicletas de alquiler está en desuso porque el panel no funciona por avería. Únicamente quien tiene descargada la aplicación puede usar la bicicleta.
Al final, como sucede en todos los barrios, las calles principales tienen una apariencia que no concuerda con la realidad, un lavado de cara que da sensación de atención, pero realmente, en la segunda línea, el barrio parece no haber evolucionado desde la década de los 80
Un poco de historia de nuestros barrios
El centro de Avilés, o también llamado “La Villa”, es el barrio de los primeros avilesinos, formado principalmente por los palacios de las personas más influyentes de la época, que a través de la política y el comercio han consolidado la base histórica de la ciudad hasta la entrada del siglo XX.
A finales del siglo XIX la desecación de las marismas dio paso a un barrio urbanizado que enlaza Avilés y Sabugo a través de un nuevo puente. Es la época del segundo ensanche, que dotará a Avilés con algunos de sus tradicionales espacios de ocio: los parques del Muelle y del Retiro, resultantes de las intervenciones que también prolongan la calle de La Cámara y dan lugar a la plaza de Las Aceñas. También de esta época es el tradicional edificio de la Pescadería.
Las construcciones encargadas por los emigrantes retornados han dado origen a un tipo de construcciones definido e independiente: las llamadas casas de indianos auténticas joyas de la arquitectura de fin de siglo. Esta nueva clase social se fue asentando en algunos enclaves concretos: Salinas, Villalegre y La Magdalena, donde fueron prosperando los nuevos barrios de viviendas unifamiliares tipo chalet.
Avilés por su situación privilegiada y su intensa y rápida industrialización, a raíz de la instalación del complejo de Ensidesa, trajo consigo una masiva afluencia de inmigrantes de otros concejos asturianos y de fuera de Asturias que dieron lugar a la formación de barrios o poblados obreros como Llaranes, Versalles y La Luz. En un primer momento la falta de toda previsión urbanística condujo a los recién llegados a las formas de alojamiento más precarias como barracones o caseríos cercanos. Más tarde y por iniciativa de la propia empresa se comenzaron a construir viviendas de baja calidad para alojar a los obreros. Las primeras en construirse han sido en Llaranes entre los años 1953-1957, y a partir de la década de los 60 y con el debido incremento del poder adquisitivo de los obreros, se puso en marcha la iniciativa privada en Versalles y La Luz. Otros poblados construidos para los obreros de la fábrica han sido Trasona y La Manzaniella, así como La Rocica para los técnicos medios.
En la zona alta de Avilés, se encuentra la parroquia de Miranda que posee una industria artesanal famosa, la cerámica negra de Miranda, y donde ha existido la primera fábrica de loza de Asturias, fundada en 1791.
En dirección hacia la costa, por la AS-632 se llega a San Cristóbal una de las mejores atalayas de Avilés, ya que tiene unas impresionantes vistas a la playa de Salinas. Tiene una iglesia parroquial de estilo popular, construida a finales del siglo XIX sobre una edificación anterior.
En la desembocadura de la ría se encuentra San Juan de Nieva, que ha sido uno de los puertos industriales más importantes del Cantábrico. En el año 1916 ha sido instalada la factoría de la Real Compañía Asturiana de Minas, actualmente Fábrica de Zinc. Villalegre fue a principios de siglo un lugar residencial, donde los ricos burgueses que en su día impulsaron la modernización de la ciudad, construyeron suntuosas residencias, chalets y hasta un casino, aunque actualmente la mayoría están derribados, dado que desde la época de los cincuenta y a raíz de las instalaciones de la factoría de Ensidesa han sido la mayoría abandonados. En este barrio se encuentran la ermita-santuario de la Virgen de la Luz en el monte del mismo nombre, así como las capillas de Santa Apolonia y San Roque de los siglos XVI y XVII.
En la panorámica de Llaranes podemos encontrar la iglesia titular de la parroquia, San Lorenzo de Cortina, de origen medieval. En 1957 y costeada por Ensidesa se construye la nueva iglesia y la de Santa Bárbara, decorada con mosaicos, pinturas y vidrieras de gran valor, aunque lo más destacado ha sido el retablo del siglo XVI, traído de una parroquia de la provincia de Burgos y que es una magnífica obra de pintura renacentista. También en la parroquia de San Pedro Navarro, en Valliniello se conservan interesantes restos románicos.
En la Carriona podemos destacar el cementerio municipal, construido entre 1888 y 1893 e inaugurado en 1900. Esta necrópolis reúne el mejor conjunto de arte funerario de Asturias, no sólo por las obras de arquitectura y escultura que atesora sino también por sus complementos: vidrieras, trabajos en bronce y hierro, mosaicos, pinturas murales, etc. También se hallan panteones, capillas y obras escultóricas firmadas por conocidos arquitectos y escultores de la época.
La situación de los barrios de Avilés, tiene una disposición muy particular. Contrariamente a como pasa en el resto de barrios de las diferentes ciudades asturianas, que se expanden desde el centro en forma lineal. En Avilés, esa expansión ocurre en forma de estrella.
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