Esther Llamazares, portavoz del grupo municipal del PP de Avilés, cree que el Gobierno local que dice ser progresista ha creado “una Administración paralela para el reparto de fondos públicos” entre asesores y contratos externos a proveedores que no pasan el filtro de la concurrencia competitiva.
“Este Ayuntamiento se administra a la deriva, está gestionado a golpe de improvisación y las previsiones a futuro poco tienen que ver con la realidad que se vive en las calles”, lamenta la edil popular. Lo hace después de desgranar y analizar “estudiando en mucha profundidad” las obligaciones recogidas y reconocidas por el área de Intervención municipal de los años 2021, 2022 y 2023. “Es llamativo que los pagos reconocidos por Intervención, sin contar las nóminas de los trabajadores o las ayudas, ha crecido en estos tres años en casi seis millones de euros (5.878.887 euros). Una cifra nada desdeñable si tenemos en cuenta que es únicamente para el pago a proveedores, y que para este Ayuntamiento trabajan entre puestos directos e indirectos (como así manifestó el concejal de RRHH en un pleno reciente) 1.600 trabajadores. Nos preocupa todo lo que está creciendo esta Administración por la parte de atrás”, indica Llamazares.
La portavoz municipal ha denunciado hoy en rueda de prensa que el Gobierno “de un lado no cumple el Presupuesto porque desvirtúa las partidas proyectadas a base de modificaciones de crédito; y de otro, que se improvisan contratos que no aparecen publicados para su libre concurrencia y de los que dudamos seriamente de su necesidad real para la ciudad”.
Plataforma de contratación
“Cuando analizamos los contratos que hace nuestro Ayuntamiento la cuestión es realmente sorprendente” porque la cantidad de contratos que no pasan ningún filtro administrativo es “llamativa” comparándola con aquellos contratos que han de acudir a una concurrencia competitiva cumpliendo los parámetros legales de contratación.
Así, tal como ha explicado Llamazares “de 1.091 contratos que aparecen durante los años 2021, 2022 y 2023 en el portal de transparencia, sólo 194, en total, en tres años, aparecen como adjudicados con todos sus datos en el área de contratación administrativa de este Ayuntamiento. No sé si tenemos que entender, y así lo preguntaremos, que hay 897 contratos que se adjudican directamente sin ningún tipo de publicidad y sin ningún tipo de licitación, no existe la concurrencia competitiva para que puedan participar diferentes empresas. Pediremos que nos lo expliquen”.
Por anualidades, detalla la edil, “en 2021 constan 623 contratos en esa plataforma. En la contratación administrativa de este Ayuntamiento, sólo 89. En 2022, son 306 contratos en la plataforma, y en las resoluciones de Alcaldía dentro del área de contratación administrativa, que es donde se publican los decretos de adjudicación, sólo son 49. En el 2023, son 162 los que aparecen en el portal de transparencia, pero sólo 56 los que aparecen en la contratación administrativa en las resoluciones”.
Además, subraya la portavoz, “se repiten proveedores para los contratos una y otra vez. Los contratos menores son legales si son inmediatos, para circunstancias que no se pueden prever. Si hay 897 contratos que el Ayuntamiento de Avilés no puede prever, tenemos un problema porque quiere decir esto que están gobernando a golpe de impulsos, de sueños de una noche y al día siguiente contratan. Si no responde a esto, entonces tenemos otro problema, porque quiere decir que el Ayuntamiento de Avilés no va a corregir nunca su forma de gestión y constantemente está dirigiendo los contratos de la forma y manera que quiere a una red clientelar”.
En cualquiera de los casos, sentencia Llamazares, “el Ayuntamiento de Avilés tiene un problema de previsión, de planificación y, sobre todo, tiene un problema de gestión que da lugar al despilfarro del dinero público, que recordemos pertenece a todos los avilesinos”.
Y añade “como dato curioso” que mientras que la Ley de Contratos “limitaba las facturas a 1.200 euros” para contratos menores, esa era la cantidad fijada por quienes facturaban al Ayuntamiento de Avilés. “Ahora que la ley permite que ese pago llegue a los 5.000 euros, los proveedores que teníamos de contratación directa pasan a cobrar lo que bordea esa cifra”. Como ejemplo citó Llamazares facturaciones de asesores en Cultura que “antes tenían poco más de mil euros de facturas y ahora son de 4.992,78”. Esto, dice, “es vergonzante y vergonzoso”.
Modificaciones de crédito
Esther Llamazares ha puesto el acento también en la ejecución del Presupuesto municipal. “Los concejales que aprueban este documento deberían saber que una cosa es lo que presentan y otra cosa la forma en la que lo gestionan porque la tónica general es gestionar a base de modificaciones de crédito”. De hecho, indica, “es tan flagrante como que en enero
de 2023 se aprobó un Presupuesto y en febrero ya se estaban haciendo modificaciones de crédito. O sea, no se cumple lo que viene recogido en el documento aprobado en Pleno”, denuncia.
Llamazares ha puesto ejemplos como la minoración de una partida de 170.000 euros prevista para actuaciones en barrios, destinada en realidad a otro fin; la creación de los parques caninos tan anunciados en campaña electoral vio retirada su partida en mayo para destinar el montante inicial a colocar mobiliario en parques y jardines; sucede también con los huertos en centros educativos para los que el Presupuesto contemplaba 50.000 euros que, más adelante, el Gobierno consideró aplicarlos a actuaciones distintas; el convenio de la Universidad de Oviedo para transporte y material escolar, dotado con 45.000 euros, finalmente se fue en gastos de estancia del Fuero “ya nos dirán qué estancias has costado 45.000 euros”; existe también una partida para el programa de atracción de inversiones para la ciudad al que se le asignó una cantidad de 16.000 euros que, finalmente, se destinaron a mantener el servicio del transporte de bicicletas; al final del año “hay sorpresas” como la partida que subvenciona actividades culturales “destinada finalmente a dos iniciativas en el pabellón de la Magdalena, una de 8.260 euros y otra de 34.797 euros, que de aquí salen todos estos conciertos que vamos teniendo a lo largo del ejercicio”.
“Yo creo que cuando pasamos de las 50 modificaciones de crédito a lo largo del ejercicio y cuando vemos que la práctica habitual es saltarse lo que recogen y presentan en el Presupuesto, dice mucho de la mala gestión de este Gobierno. Podemos entender que una vez avanza el ejercicio y hay partidas presupuestadas en las que sobra dinero o no se puede ejecutar el proyecto asignado, se apliquen esos dineros a otras cuestiones. El problema es que cuando esto ya se empieza a hacer en el primer trimestre, el mismo de aprobación del presupuesto, es que no existe ni la intención de cumplirlo cuando se está redactando para venderlo a bombo y platillo a los ciudadanos”
