El Partido Popular, a través de su portavoz de Industria en la Junta General del Principado, Álvaro Queipo, manifiesta su sincero desconcierto ante una noticia “desalentadora y desmoralizante para los trabajadores y para todos los asturianos que desean el despegue de la industria regional” de la venta de Alu Ibérica.
Para el popular, la venta de las plantas de Avilés y A Coruña al grupo Industrial Riesgo llevaba meses gestándose “lo que explica el porqué del permanente desinterés de los gobiernos central y autonómico, que han navegado entre el engaño y la ocultación a los trabajadores, a las fuerzas políticas y, por tanto, a la sociedad en general”.
En este sentido, el diputado del PP cree que este es el motivo del silencio a las peticiones de los trabajadores que demandaban la implantación de un plan industrial que había sido comprometido por Parter. Recuerda también que el Ministerio prometió velar para su puesta en marcha y cumplimiento.
“Parter está en su libertad gestionar su patrimonio como mejor estime pero queda absolutamente claro que nunca existió voluntad real de poner en marcha un proceso industrial que permitiese, a medio plazo, recuperar la capacidad de producción de la planta avilesina con el arranque de las series de electrólisis; lo más lamentable de todo esto es que los gobiernos o lo sabían y nos mantuvieron en un engaño permanente o les ha cogido por sorpresa, lo cual revela el escaso seguimiento que estaban haciendo a la solución de la antigua ALCOA en Asturias”, agrega el portavoz del PP.
Queipo concluye asegurando que el Gobierno “ha incumplido, por tanto, en todo cuanto se había comprometido con los trabajadores de Alu Ibérica: no ha convocado, desde hace un año, la mesa de seguimiento del plan industrial y como consecuencia no ha conseguido que Parter ponga en marcha un plan industrial para las plantas adquiridas”.
Por otra parte, subraya, el Ejecutivo central no ha conseguido elaborar un Estatuto para la Industria Electrointensiva “que permita costes de la energía competitivos, tal y como se había comprometido, por lo que la recuperación de la actividad electrolítica es, de momento, inviable, y esto mantiene en vilo a toda la plantilla y condiciona el futuro industrial de toda la planta.”
