“No entendemos de dónde sacan en el Gobierno de Avilés las cifras de éxito que tanto pregonan para valorar la campaña de Navidad. Lo cierto es que hay un abismo entre lo que ellos dicen y lo que cuentan los ciudadanos y los hosteleros y comerciantes de esta ciudad”. Lo ha dicho hoy Esther Llamazares, portavoz del grupo municipal del PP avilesino, en una rueda de prensa conjunta con su número 2, Pablo E. Menéndez, en la que han valorado las “pocas” iniciativas puestas en marcha para la última campaña navideña.
Una valoración que llega “después de haber pulsado la opinión de la calle y de lo que nos han ido trasladando los vecinos, los comercios, la hostelería… Porque son ellos quienes toman el pulso del retorno de las fiestas y, en su opinión, el balance es negativo”, ha declarado Llamazares. “El Ayuntamiento nos ha demostrado una vez más lo alejado que está de los ciudadanos, les separa un abismo porque, tal como vemos, las fiestas y la cultura de esta ciudad se centra y concentra fundamentalmente en satisfacer los gustos y las aficiones de los miembros del equipo de Gobierno, mucho más que en atender la demanda y necesidades de los ciudadanos de Avilés”, ha sentenciado.
“Venían importando poco las fiestas navideñas a este Gobierno, pero cuando hay una inversión de dinero público en actividades, fiestas o ferias, del tipo que sea, lo que debe priorizarse es hallar en ellas la satisfacción de los ciudadanos y el retorno económico para las actividades empresariales de Avilés. No se cumplió ni lo uno, ni lo otro”, lamenta la edil.
Alumbrado
“Esperábamos una gran mejora en el alumbrado de Navidad teniendo en cuenta la beligerancia que la hoy concejal de Festejos manifestó el año pasado al valorarlo cuando estaba en la oposición interpretando que a la ciudad le faltaba alegría e iluminación. Este año, sin embargo, no se ha mejorado en absoluto y las calles estaban igualmente tristes”, ha detallado Llamazares. “No es una opinión del Partido Popular, es la opinión de quien ha caminado por las calles, de quien tiene sus comercios en ella, de quienes viven en los barrios, también en este asunto los grandes olvidados; y lo han dicho los turistas que nos visitan, decepcionados después de ver la iluminación en otras grandes ciudades”.
La falta de alumbrado navideño y de la actividad que se genera a su alrededor, “vino a favorecer poco el consumo en el comercio local. Hemos visitado comercio por comercio, no hemos llegado seguramente a todos, pero sí a una buena parte y, sobre todo, en estas fechas nos hemos centrado muchísimo en poder llegar a los que están en la ciudad, en las calles en las que dicen que se han molestado más en trabajar. Es desolador. Muchos comercios nos transmiten que, quizá, este fuese su último año como establecimiento comercial abierto porque, desde luego, no les compensa absolutamente nada y si no venden en estas fechas, pues parece que lo que se les presenta se complica muchísimo”, ha lamentado.
En cuanto a la financiación, “nos sorprende también que el alumbrado navideño, hasta hace dos años, estaba sufragado por una subvención de dinero público concedida a la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (UCAYC) por 88.000 euros. El montante asignado llevaba incluido el coste de la iluminación navideña que asumía la propia asociación. Sorprende ver que la subvención sigue siendo por el mismo importe, pero que la iluminación ahora la paga el Ayuntamiento y su coste ronda los 175.000 euros. En cuanto a la subvención que recibe esa asociación de comerciantes, la voz del comercio ya nos habla de una situación dramática, ya nos explicarán con detalle a qué se está destinando el dinero que reciben si no es para hacer rentable la actividad comercial”, ha evidenciado la edil.
Verbena
“Nos sorprende también el Gobierno con un tequilazo, como le gusta decir a los que nos gobiernan, al abrir la Navidad el 5 de diciembre con uno de sus conciertos. Pensábamos entonces que habría una continuidad en la programación. Pero no. Simplemente, como les gusta cambiar el significado de las fiestas navideñas, aquella apertura no tenía más razón de ser que la de hacer una verbena en la que, por otra parte, hubo un descontrol importante. Las quejas de los ciudadanos nos hablan de que en la carpa en la que se celebró, instalada en la plaza de Pedro Menéndez, se saturó y no hubo control alguno. Tuvieron que abrir los laterales para poder albergar el aforo permitido”, ha denunciado la portavoz. Algo por lo que, ha avanzado, “pediremos explicaciones porque al Gobierno le gusta vender los éxitos, pero a nosotros nos preocupa la seguridad”. Y, al final, “los hosteleros de la zona no hacían sino lamentar que sus establecimientos eran usados como baños” y lo que acabó siendo la verbena de apertura de la Navidad “fue un botellón en toda regla”.
“La muestra de que seguimos con el mismo descontrol de siempre es que en una actuación con dos conciertos celebrados en el Parque del Muelle tienen a Tekila como protagonista. Uno, esa propia orquesta. Otro, Pasito Show, una empresa contratada por el propio Tekila -otra empresa- para actuar. Está claro que el que cae en gracia en esta ciudad empieza a ser contratado de forma reiterada y ya forma parte de la mediación del Ayuntamiento para todo”, ha ironizado la edil.
Sucede también con los feriantes que, tal como denuncia la portavoz popular “una vez más han vuelto a tener su exención por ocupar el suelo público, algo que no sucede con el resto de actividades empresariales en esta ciudad”.
Carpa navideña
De otro lado, “se colocó una carpa navideña con actividades gratuitas, pero no tuvo toda la afluencia esperada. Tal vez tuviera que ver la falta de interés para generar un ambiente navideño, propio de estas carpas infantiles, para invitar a la afluencia de gente. Así podíamos ver a cinco o seis niños únicamente participando en los talleres. Muy desolador todo”, ha criticado la concejal.
Concentración
Pero es que, además, continúa Llamazares, “parece que al Gobierno le gusta concentrar en un lugar concreto la actividad, como si el resto de la ciudad no tuviera comercio u hostelería. Y de ahí se crean esas imágenes de soledad y tristeza a las siete menos veinte de la tarde, imágenes que se repitieron a mayores en el mercado de la Exposición”, ha detallado.
Cabalgata
La cabalgata de Reyes tampoco ha satisfecho al grupo municipal popular. Según Llamazares, “fue sorprendente la ausencia de participación de grupos de animación locales, coros, academias de baile y fanfarrias, que, por otro lado, vimos cómo estas últimas sí eran contratadas por el Ayuntamiento de Oviedo. Le daban alegría a nuestra Navidad, pero el Gobierno de Avilés prefirió prescindir de sus actuaciones. Es cierto que el día de la cabalgata estuvo empañado por el agua, pero también en otras ciudades que sí brillaron el 5 de enero por la noche”.
“No podemos quedarnos con el ‘no ha estado tan mal’. Avilés debe aspirar a algo más. Somos una ciudad con muchísimos recursos y son incapaces de gestionarlos. Hay dos factores que alejan a este Gobierno de la realidad: la actividad se deja morir en todos los ámbitos; y la desidia, la dejadez y el alejamiento de la vida diaria de este equipo de Gobierno, metido en ese ecosistema del que tanto hablan, es muy distinta de la visión del Partido Popular pero, sobre todo, de la que tienen los vecinos”, ha zanjado la portavoz.
